Cuando llegué a Varsovia, a uno de los lugares que me llevaron por primera vez fue a los «Pawilony» que están ubicados entre las calles Foksal y Nowy Świat (Barrio centro – a metros del Museo Nacional de Varsovia). Créanme cuando les digo que había entrado al paraíso más loco que haya visto esta provinciana: Era un lugar destinado a bares, muuuchos bares. (Nunca de visita a un museo no Yamila???).
Un bar al lado del otro, con practicamente las mismas dimensiones, no varían mucho los precios y servicios: lo más vendido es la cerveza, pero no falta el vodka y otros tragos. Pero lo más llamativo es el estilo de cada uno: pueden encontrar uno lleno de espejos, otro que pareciera estar todo dado vuelta, uno con aire de los años 70 (Datazo 1: es mi favorito) , un bar de tetas (así como suena ¡Mamas femeninas por todas las paredes!), etc. etc.
Aunque eso no es lo único, a cada estilo de decoración le acompaña un estilo de música, podemos escuchar desde el rock más pesado a Disco Polo (la música popular del país), de música latina o pop a música electrónica.
Claro, mi primera frase en polaco fue: Jedno piwo poproszę! (¡Una cerveza por favor!). Bares no faltan por ningún lugar de la ciudad. A los polacos les encanta reunirse. Eso si, son muy puntuales y por lo general si se trata de fiesta, se juntan a partir de las 18hs. Acá se sale temprano, todo un reto para mí acostumbrarme a eso.
No importa la hora, no importa el día, siempre hay gente. Cualquier escusa es buena para ir a un bar. Es tu cumpleaños, te peliaste con tu novia/o, querés mandar todo a la m…. (Uuuu calmate Yamila): ¡Vamos a un bar!
Los «Pawylony» son el lugar de encuentro por excelencia. Si algún día andas por Varsovia, ahí van a estar, esperandote.
Datazo 2: preparate si salís con algún polaco/a entre cerveza y cerveza a algunos les gusta hacer una ronda de chupitos de vodka. No los culpo, son de buen beber.
Viaja y vive hoy 